JESÚS CASADO  |  Granada, 01/11/2010

Sin fin, eso fue lo que pareció entender el público de Granada a la finalización del extraordinario espectáculo que ofreció LAGARTIJA NICK en la inauguración de la minigira de revisión de 'Val del Omar'. Y es que el Teatro Isabel la Católica casi se desplomó el pasado día veintitrés, y no sólo por culpa de la caña que metió Lagartija Nick, sino que el respetable se negaba a irse, estaban enfervorizados por el estado que provocó que la música removiera sus vísceras. Val del Omar y su sonido "diafónico" se nos metió muy adentro. Se me hace muy muy complicado narrar lo que viví, pero trataré de resumirlo en una frase: es lo más grande que he vivido en un directo protagonizado por una banda nacional. De altísimo nivel.

Comenzaron con 'Valdelomar', 'Noosfera', 'Sin Fin', 'Mecamística', repasando casi en su totalidad 'Val del Omar' (Sony, 98), haciendo un guiño a su maltratado disco homónimo con 'No somos máquinas', también sonó 'Contar lo que no puedo contar' y la voz de Enrique Morente en 'Celeste' (lanzada a tiempo real). Aunque se prevé su intervención estelar en alguno de los conciertos que faltan. A las proyecciones de Val del Omar, un diez, al público un diez, al sonido un diez y a la banda una matrícula de honor (con las incorporaciones de José Ángel Arias en las programaciones, hermano de Antonio, el danés Jesper Mortensen en los teclados y David Fernández el extraordinario baterista que nunca debió dejar el grupo). A lo único que no podemos ponerle un diez es a "las matemáticas de Dios" porque no son justas con Lagartija Nick. Según Val del Omar, "el que más da, más tiene", cosa que no ocurre con este grupo granadino que se merecería estar encumbrado en lo más alto del podio nacional del rock.