JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 14/06/2019

NACHO VEGAS es uno de esos músicos (¿cantautores?) que dignifican el oficio: siempre en el filo de la navaja, siempre ampliando sus márgenes y con los pies bien puestos en el suelo, mientras elabora un mundo propio y desequilibrante desde la duda, la confusión y la complejidad irresoluble de las emociones humanas, las personales y las colectivas. En su concierto de hoy viernes en el Paseo del Salón de Granada tendrá como anfitriona a la banda Unidad y Armonía, encabezada por el músico granadino Miguel Martín. Con estos conciertos se cierra el ciclo Distrito Sonoro por este año... y esperemos que no sea el último.

- Últimamente nos visitan más sus chicos que usted... En cualquier caso, ¿qué les da a sus seguidores, que son no sé si militantes o juramentados?

- Sí, hace ya unos años que no actúo en Granada porque me tomé mi tiempo hasta llegar a publicar 'Violética', de ahí lo ambicioso del álbum, si se me permite. Además en ese lapso mis compañeros de León Benavente estaban enfrascados en una gira exitosa, que no es más que el preludio de lo que vendrá porque acaban de terminar su próximo álbum y es maravilloso. Por mi parte, yo creo que la constancia y el compromiso con mi oficio hace que tengas seguidores fieles, aunque también es verdad que algunos se quedan por el camino. Pero a cambio se acercan otros más jóvenes, algo que me hace especial ilusión.

- ¿"Va ganando el mal", canta?... Parafraseando a los punks, ¿de verdad no hay futuro?

- Bueno, ese verso pertenece a una de las que yo llamo mis "canciones distópicas", pero no todas son así. Aunque creo que conviene ser razonablemente pesimista precisamente porque ello te da motivos para seguir luchando para que las cosas cambien con las armas de las que dispones, por inofensivas que puedan parecerles a algunos. En mi caso hablo de las canciones, claro.

- ¿O el futuro es decididamente de ellas...?

- El futuro es de todas y todos, pero está claro que si hay un horizonte de cambio este debe pasar por el feminismo, quien no se haya dado cuenta después de los dos últimos 8M es que está ciego. Y en ese aspecto a los hombres nos toca estar en la retaguardia y empezar por revisar los privilegios que el patriarcado nos concede a diario de manera injusta y, por desgracia, demasiadas veces criminal.

- ¿De ahí el color de 'Violética' y la dedicatoria implícita/explicita a Violeta Parra?

- No, el título sí es un guiño a la figura de Violeta Parra y al genial uso que ella hacía del lenguaje en canciones como 'Mazúrquica modérnica'. Es uno de mis grandes referentes musicales y, como mujer empoderada que era, creo que se la puede considerar un icono feminista. Pero yo no quería cargar las tintas en eso; sería soberbio y engañoso decir que este es un disco feminista, estoy -estamos, los hombres en general- muy lejos de poder hacer algo así.

- Me resulta curioso, porque coincide con Guadalupe Plata también tocando a Violeta Parra y Lagartija Nick reivindicando en su momento a Víctor Jara...

- Bueno, es que están a la altura, por decirte algo, de Patti Smith o de Phil Ochs, a quien precisamente dediqué mi anterior disco, el EP 'Canciones populistas', sin que apenas me preguntaran por él en las entrevistas. Lo que pasa es que, aunque por fortuna cada vez menos, el rock hecho aquí sigue instalado en cierta anglofilia y nos llama la atención que reivindiquemos artistas latinos, cuando debería ser algo de lo más normal.

- Casualmente los Lagartija también homenajean a los maquis Quero, y usted hace lo propio con los hermanos Caxigal... ¿Qué tienen todos estos personajes míticos que despiertan su interés y admiración, precisamente ahora?

- Representan la resistencia antifranquista pura y dura, sin ningún apoyo exterior, ni siquiera el soviético, que los dejó a su suerte luchando y viviendo en el monte en condiciones extremas y siendo finalmente asesinados por los fascistas. La de los fugaos, como se les llamó en Asturies, o maquis es una historia que no ha sido debidamente contada salvo excepciones como el trabajo enorme que ha hecho Ramón Lluís Bande, a quien le debo haberme topado con el poema de los Caxigal. Lo que ocurrió en aquella época tiene mucho que ver con lo que ha sido este país desde entonces y sigue siendo, por eso conviene no olvidar. Y desgraciadamente ahora mismo sucede algo tan aberrante como que ser fascista parece una opción política más, así que cantar contra ello sigue teniendo vigencia. En España aún existe un fascismo social que ahora que la ultraderecha ha entrado en las instituciones también es político, y lo que viene no pinta nada bien.

- Acabo de entrevistar a un grupo que asegura ser "apolítico porque son artistas"... es una frase que se ha repetido mucho... ¿obviamente me imagino que opina justo lo contrario? ¿Y más que los demás, no?

- Bueno, decir que eres apolítico es como decir que eres asexual, no lo entiendo muy bien. Creo que hay gente que confunde la política, algo que nos afecta a todos lo queramos o no, con la militancia, que es solo una opción. Es lógico y natural que a la gente no le importe la política en la misma medida. No podemos caer en eso que Santi Alba Rico llamaba la "dictadura de la democracia"; no todo el mundo tiene tiempo ni ganas de participar activamente en la vida política, dedicarse al activismo, acudir a asambleas, etc. Para la mayoría de la gente la vida ya es demasiado complicada como para meterse en esos fregaos, del mismo modo que también es necesario que haya otra gente que lo haga. En mi caso el compromiso político, que conlleva un posicionamiento, es importante en mi vida y en ocasiones lo asocio a mi trabajo en la música, pero las canciones son siempre básicamente emocionales. La asociación tiene más que ver con lo que hago -con las decisiones que tienes que tomar en este trabajo- que con lo que canto. Y jamás de los jamases me atrevería a criticar a un compañero o compañera por no comprometerse políticamente, aunque hay ocasiones concretas en las que posicionarse es casi un deber moral, en mi opinión. Lo que me rechina más de la frase que citas de ese grupo es que digan que son apolíticos "porque son artistas", como si su arte les situara por encima de algo tan mundano como es la política. Algo en común tienen música y política según las entiendo yo: ambas deben hacerse desde abajo, con los pies en la tierra.

- Se lo pregunto ahora que las canciones de John Lennon, Loquillo y Black Sabbath venden coches, las de Dylan bancos, y las cajas de ahorros patrocinan grandes festivales de pop y rock...

- Sí, hay una creciente mercantilización de la música que responde a las lógicas de consumo imperantes. Me parece triste que hayamos normalizado tanto hablar de "consumir música" cuando no hace tanto solo la escuchábamos. No se habla de "consumir literatura"; se lee. Pero vaya, el mercado hace muchos años que se dio cuenta de lo rentable que era la cultura popular y hasta llegó a fagocitar movimientos en principio contraculturales. Es lo normal si somos conscientes de que estamos inmersos en un sistema hegemónico neoliberal que tiene al consumismo como una de sus señas. Pero al menos estaría bien que consiguiéramos reapropiarnos del lenguaje y dejáramos de decir que consumimos música como si esta no fuera más que pura mercancía.

- Escribiendo sobre un festival clásico de por aquí me tropecé con sus antiguos Manta Ray, que el año pasado hicieron una única actuación de regreso. Ahora que vuelven todos: 091, Surfin' Bichos... ¿cabe alguna actuación más, porque además su espacio sonoro sigue bastante libre?

- Yo estuve en Manta Ray solo en los primeros años; las dos veces que se reunieron lo hicieron los cuatro miembros que realmente dieron sentido a la banda e hicieron sus mejores discos y conciertos. En la primera de esas reuniones me invitaron a participar en un par de temas y fue muy bonito; en la última no pude estar porque tenía un compromiso fuera de Xixón pero creo que hicieron un concierto espectacular. Si se volverán a reunir o no es algo que yo no te puedo decir.

- ¿Qué parte de NV's es, a estas alturas, Paco Loco...?

- Cuando estamos en su estudio es uno más de la banda; ha habido ocasiones en las que le ha dado la vuelta totalmente a una canción. Es cierto que 'Violética' lo llevamos muy preparado ya en El Cariño, el estudio de Edu Baos en Mozota, pero incluso en las maquetas previas yo trataba de pensar como lo haría Paco cuando me atascaba. Paco me ha infundido una confianza de la que adolezco aún hoy, aunque menos gracias a él. Y cuando grabamos y me bloqueo, él ya sabe adivinar lo que me pasa y encuentra la solución. Es un placer trabajar con él tanto como con el resto de mis compañeros, solo que con ellos disfruto también en las giras y a mí el estudio me oprime un poco, lo reconozco. Pero precisamente Paco hace que sea más fácil todo, con su sabiduría, talento y su desternillante sentido del humor.

- ¿Y las gambas de El Puerto, cuando baja a grabar con él?

- Contrariamente a lo que mucha gente piensa, cuando grabamos estamos todo el día en el estudio, donde tienen una casita en la que nos alojamos los músicos. Solo nos permitimos salir el último día de grabación. Pero no echamos de menos las gambas porque cuando puede siempre cocina Muni, y cualquiera que haya pasado por allí sabe que lo hace maravillosamente. Cocina tan bien como canta, por cierto, solo que se prodiga menos frente a un micro.

- Con Lucas 15 desembarcó en las músicas populares... ¿Sigue teniendo vínculos con el terruño? (Se lo pregunto porque había un festival de folk interesado en incluirlo en su cartel)

- ¿Ah, sí? Pues me encantaría. Prácticamente en todos los discos incluyo algún tema inspirado en el cancionero tradicional asturiano, de hecho acabo de grabar para lo que creo que será un futuro EP dos temas populares adaptados.

- Veo sus conciertos y se me ha hecho habitual de México, Argentina y Chile...

- No solo yo; cuando vamos a Latinoamérica es habitual coincidir con compañeros de aquí. Ocurrió que en sus primeros años la escena indie era tan precaria que ninguna banda se podía permitir el coste de un viaje transoceánico, aparte de lo complicado de la logística. Algunas bandas fueron fichadas con éxito por multis, pero estas compañías son tan miopes que no pasaban a sus artistas a división internacional hasta que no alcanzaban el disco de oro en España, con lo que yo creo que perdieron la oportunidad de desarrollar a algunos artistas en Latinoamérica y tal vez allanar el terreno para que otras bandas fueran allá. Afortunadamente la situación ha cambiado; no es que la escena indie sea mucho menos precaria en lo que a condiciones laborales se refiere, pero muchos hemos hecho el esfuerzo de visitar Latinoamérica tan regularmente como nos podemos permitir, y siempre que vas deseas volver porque solo por el aprendizaje cultural vale la pena.

- Viene a Granada. ¿Mantiene los contactos con Los Planetas?

- Nos vemos poco últimamente pero conservamos el cariño, claro. Llamaré a Jota a ver si anda por ahí y podemos vernos.