JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 22/09/2018

El Kanka

El malagueño Juan Gómez Canca, en poco más de diez años, ha pasado de tocar para nadie a hacerlo en festivales y espacios de capacidad considerable (en Granada reventó la Copera). Se autodefine como "hacedor de canciones", y de esas lleva ya un buen puñado, con algunas que son auténticos himnos (como 'Lo mal que estoy y lo poco que me quejo', y más). En menos de cinco años ha despachado cuatro discos en los que su reputación como cantautor no ha dejado de crecer, y 'El arte de saltar' es su suma y sigue. Ocupa en el cartel el sitio que el año pasado tan buenos resultados le dio a Arco.

Crystal Fighters

Carne de festival, el "Hippie-chic" super bailable (ahora de blanco ibicenco) de Crystal Fighters sin duda será uno de los momentos álgidos de este sábado. La banda tiene en España, y en Granada en particular, legión de seguidores, como pudimos comprobar hace unas temporadas en los palacios de Congresos y Deportes, y es que la banda londinense, responsable de hits como 'Xtatic Truth' y 'I Love London' tiene facultades regeneradoras del ánimo. Crystal Fighters es una "familia" de origen inglés y español que nació en 2007 en Navarra y tiene algo casi de comunidad. En los primeros años la banda estuvo compuesta por Sebastián (líder vocalista y guitarra), Gilbert (sintetizadores, guitarras, txalaparta, percusión) y Graham (guitarra y txalaparta), junto con Laure y Mimi (voces) en una suerte taxonomizada como "Lo-fi-tropical-folk-electro", nada menos. Una tropa que, con una imagen tan despistante como su sonido, son el paradigma de la modernidad en un mundo-mix, en el que la palabra rock ya queda demasiado estrecha. Cabe recordar que para su pasada gira española escogieron como acompañante al granadino Kid Simius.

Sexy Zebras

Son la forma mínima para el rock, el esencial trío, y probablemente la que más satisfacciones ha dado a los seguidores de las variantes más hard-blues: sencillez, inmediatez y potencia bruta suelen ser las características elementales de marcas desde los míticos Cream o los intensísimos Budgie hasta... hasta Cápsula o Sexy Zebras. El grupo madrileño formado por Gabriel Montes, José Luna y Samuel Torío cumplió su primer decenio hace nada y se han regalado un nuevo disco. Son auténticos animales de directo, y en estos años han descargado su rock salvaje en castellano por centenares de salas, festivales y bares dentro y fuera de nuestras fronteras, demostrando a los incrédulos que el rock ha vuelto. Este año han presentado un tercer disco autoeditado, 'La polla', en el que plasman en formato portátil el verdadero sonido del grupo en directo.

Viva Suecia

Formados en 2014 en la escena indie murciana, tan fértil al menos como su huerta, Viva Suecia es un cuarteto que ha entrado con paso firme en la escena indie española con especial incidencia en la festivalera, donde aparecieron a las horas de pleno sol y ya tocan de noche y con luces y el mejor sonido. El cuarteto visitó Granada a comienzos de 2015 -entonces acompañados por sus vecinos valencianos de Modelo de Respuesta Polar- cuando apenas acababan de estrenar su disco de debut, producido por Paco Neuman por cierto. Partiendo del indie clásico de los noventa, coquetean con el post-rock y el movimiento shoegazer, es decir, melodías sencillas y amables semienterradas por capas de guitarras con distorsión para crear un ambiente épico. Y siempre cuando tocan 'Bien por ti' o 'Hemos ganado tiempo' consiguen un coreo masivo. Por cierto, su bajista es medio de Granada y medio de Alcalá la Real.

Carlos Sadness

Sadness, que ha hecho de su melena larga y su ukelele una imagen de marca, llegó a la música casualmente a través de Internet y en 2009 fue "rostro del año" para el diario El País, arrancando un despegue irresistible. En 2010 participó en el disco homenaje a Antonio Vega y en el álbum tributo a Bunbury y Héroes del Silencio, y colaboraba ya en el último disco de Luis Eduardo Aute. Así nació Carlos Sadness (anteriormente fue Shinoflow), escogiendo un nombre que él había utilizado en unos cómics que dibujó estando en el instituto. Un año después sonaba ya su revoltillo de folk, rock, rap y electrónica, que en directo es un auténtico ventilador aireando los festivales. Sus discos han sido facturados en colaboración con numerosos compañeros de carrera "indie", lo que le ha permitido un alto grado de sociabilidad entre sus iguales: en el En Órbita salió a cantar junto a Niño Mutantes, por ejemplo. El libro 'Anatomías íntimas' y 'Diferentes tipos de luz' es lo último que hemos sabido de él.

Ángel Stanich

Ángel Estanislao Sánchez Durán, es Ángel Stanich, "cantautor lisérgico" como pone en sus redes, única forma de acercarse a él más allá de sus conciertos ya que hizo una entrevista una vez y decidió que sería la última; incluso autoironiza sobre la situación en una de sus últimas canciones en 'Antigua y Barbuda', su segundo largo. De Stanich todo lo que se dice son maravillas, aunque se sabe poco de su vida previa: que si es de Santander, que si estudió periodismo en Valladolid (¡¡¡así se explica todo!!!), que si Javier Bielva es su tutor, y poco más, ya que Ángel Stanich es ajeno al mundanal ruido y ejerce de eremita mediático y digital. Escribieron de él que es "como si Bob Dylan se hubiera caído en una marmita de LSD". Lo único cierto es que tiene una voz peculiarísima, nasal, aniñada y gangosa, unas letras sorprendentemente bien trenzadas, imaginativas hasta lo surreal, muy atractivas y tan guionizadas que cada una parece una película, a poder ser de Tarantino haciendo westerns fronterizos regados por ayahuasca y licor de cactus. Y en esto llegó con 'Antigua y Barbuda'.