JUAN JESÚS GARCÍA  |  Salobreña, 30/07/2018

Diez años después de estrenarse con 'Músicas populares de la Guerra Civil', la "Brigada" formada por el guitarrista Antonio Bravo y el tañedor de zanfona Germán Díaz ha vuelto a las trincheras con 'Músicas populares de la Gran Guerra', un trabajo dedicado al repertorio que se compuso en torno a las batallas, las aventuras y las desventuras de la Guerra del 14 a partir del material recogido por el fondo de digitalización de cilindros de cera de la biblioteca de la Universidad de California. En directo son un increíble dúo que usa instrumentos medievales y del futuro, algunos de ellos restaurados y "tuneados" por ellos mismos. Alucinante es poco, lo... En El Corralón de Salobreña hoy lunes 30 (21h) y de regalo (0 euros).

- Menuda fijación con las guerras... ¿De chicos leían 'Hazañas Bélicas'?

- (Germán) La verdad es que fue una excusa como otra cualquiera para empezar a crear un repertorio y un proyecto nuevo con alguien con el que había entendimiento en los proyectos que compartíamos, como es Antonio. Mi tío Luis Díaz Viana reeditó su 'Cancionero de la Guerra Civil', que había editado en el año 82 en Taurus, y la idea de poder presentar el disco junto con la reedición de su libro fue la excusa perfecta para empezar. Obviamente, con el nombre que nos pusimos, y la foto promocional en la que aparecemos con los cascos, ya no podemos hacer otra cosa que no sean músicas de guerra.

- Aunque son momentos en las que la emoción está a flor de piel...

- (Antonio) Las músicas escritas en tiempos de guerra tienen una fuerza emocional muy fuerte. Composiciones para mantener la moral, combatir el miedo, recordar amores. Son un filón para la creatividad debido entre otras cosas a las condiciones límite en las que fueron escritas y cantadas. Para nosotros el simple hecho de tener una temática tan sugerente nos ayuda a dar forma al proyecto.

- En esto de la música de guerra... ¿el vencedor también impone las suyas?

- (A) Por supuesto, en ocasiones, como sucedió en España con la guerra civil, las canciones del lado republicano dejaron de sonar durante largo tiempo. Esa clandestinidad puede darles un valor añadido. En cuanto a la música de la primera guerra mundial hemos tomado un archivo de la Universidad de California en donde sólo hay músicas compuestas por ingleses y americanos.

- ¿La guerra de las galaxias daría para un volumen nuevo...?

- (A) Sí, pero esa está más que documentada... Además de pertenecer a la ficción. Algo a tener en cuenta.

- Resulta muy llamativo su esfuerzo de arqueología instrumental...

- (G) Nos gusta coleccionar y reparar antiguos instrumentos mecánicos, que son testigo, además, de los gustos musicales de una determinada época. Tienen mucha relación con el asunto de los cilindros de cera y la historia de la fonografía, que es el eje central de nuestro disco sobre la Gran Guerra. Supongo que toda esta pasión y curiosidad por los cachivaches tiene que ver con que de pequeño siempre estaba jugando con un mecano...

- ¡Casi llegan a la flauta de hueso de la tibia del hombre de Atapuerca...!

- (G) La zanfona es un instrumento muy antiguo, del siglo X u XI... y tiene una historia muy singular, como cualquier instrumento que tenga una historia tan larga. Los otros cachivaches, y los cilindros de cera, aunque nos suena a antiguo, no lo son tanto; la historia de la fonografía no tiene tantos años, pero se ha desarrollado a toda velocidad.

- Sin embargo también llevan tecnología de última generación como los pedales de loops...

- (A) Una cosa no quita la otra. La tecnología nos permite doblar la instrumentación cuando lo consideramos necesario.

- Me dice mi jefe que qué subtítulo les pone a la entrevista, ¿jazz?, ¿folk? ¿vintage?...

- (A) Actualmente no existe ninguna música que no pueda ser considerada una fusión. La música clásica bebe de los folclores, los folclores están a su vez fusionados con músicas actuales, el jazz es una fusión entre músicas africanas y armonías europeas. En nuestro caso, cuando tocamos en festivales de jazz puede que a muchos aficionados les sonemos un poco a folclore y cuando tocamos en festivales de folk seguramente a muchos les sonamos a jazz. Lo importante es disfrutar de la música sin sentir la necesidad de estar etiquetando todo.

- Desde el cilindro de cera al MP3... ¿Qué hemos perdido? ¿Y qué hemos ganado?

- (A) En principio hemos perdido calidad desde el momento en que hace unas décadas se escuchaba la música en un tocadiscos con un buen amplificador y ahora en un ordenador o en un móvil. También se ha perdido el disco como objeto de culto. Antes sabíamos hasta el nombre de la madre del guitarrista, quién componía, etc. Por lo general los jóvenes que escuchan todo en mp3 no se saben los nombres de los músicos. Pienso que, aparte de la tecnología en sí misma, se pierde ese tiempo precioso que dedicábamos simplemente a escuchar. Sin prisas.

- ¿Si Jimi Hendrix hubiese conocido la zanfona la historia hubiese sido distinta? ¡Y no porque arda más y mejor digo!

- (G) En la historia de la zanfona hemos tenido un Jimi Hendrix que es Valentin Clastrier, el zanfonista más innovador e iconoclasta de la historia. También hemos tenido reinas que la tocaban, como María Leszczynska.

- Hace un siglo que medio mundo cantaba 'Oh! Frenchy'. ¿Alguna copla de hoy en día sonará dentro de cien años?

- (A) Solo si conseguimos seguir haciendo buena música y los aficionados siguen apreciándola y disfrutándola. Siempre habrá trabajos que merezcan ser parte de nuestra memoria. Y si puede ser, sin necesidad de guerras.