JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 16/02/2018

Compositor, guitarrista y cantante de un grupo icónico del rock español como Los Enemigos, JOSELE SANTIAGO ha demostrado en su carrera como solista tener una variedad de intereses mucho más amplia que con su rotundo, y resucitado, grupo. 'Transilvania' ha peleado en las listas de estos meses con el disco de José Ignacio García Lapido por los primeros puestos del mejor trabajo del año, y es el álbum que trae para enseñar en Granada (Planta Baja, hoy viernes 16, 22h). Un grande entre los grandes.

- Leo en El País que usted y Lapido han hecho los mejores discos del año, y si no me equivoco, el fin de semana pasado, un día usted y otro él, se han repartido la Joy Eslava madrileña. ¿Dios les ha criado y ustedes van siempre juntos?

- No es extraño que vayamos siempre pisándonos los talones y reconociendo nuestras huellas por los caminos, porque de alguna manera nuestro territorio de caza viene siendo el mismo.

- Aquí en Granada, en el Zaidín, Fino, Chema, Manolo y usted se dieron un buen baño de masas, ¿viene bien de vez en cuando?

- Claro que sí. Aparte de la inyección de moral que suponen, en esos conciertos suele haber una energía muy bestia, casi basta con dejarse llevar por ella... Pero no hay que dormirse: cuando terminan hay que ir pensando en el siguiente club.

- Por cierto que con ellos encabezó junto a Dr. Feelgood un gran festival hecho por el periódico Ideal... ¿Lo recuerda?

-Eran otros tiempos... Nuestra actuación fue tirando a discreta, pero después nos zambullimos a conciencia en la noche granadina y ahí sí conseguimos puntuar alto. La juventud es lo que tiene, si las cosas no salen bien por un lado lo hacen por otro.

- Y, ¿cómo lleva lo de ser enemigo y amigo personal suyo a la vez?

- Se va llevando bien, ojalá fuera más difícil. De momento basta con manejar los tiempos con un poco de cabeza y tener interiorizadas con claridad las maneras de afrontar la interpretación de los dos repertorios, que son casi antagónicas.

- En Transilvania venden un vodka rojo que se llama "Sangre de Drácula". ¿Por qué 'Transilvania'?

- Cuando terminé de escribir todas las letras en seguida se me vinieron los Cárpatos a la cabeza. Aunque cada canción es un mundo, discurren por un paisaje similar y sobre todas ellas planea la amenaza de ese castellano sin rostro allá en la cumbre.

- Los vampiros transilvánicos nos chupan la sangre... Eskorzo ha ido hasta más lejos y para ellos la realidad es canibalismo puro. ¿No nos van a dejar ni los huesos?

- Ya no hace falta ni que nos exploten, lo hacemos nosotros mismos convencidos de que nos estamos realizando personalmente.

- ¿El surrealismo nos permite salir indemnes del realismo?

- Surrealismo, esperpento, sátira, caricatura... son maneras muy similares de recuperar la objetividad y curarse en salud. Claro que hay que tener la cintura trabajada y un buen juego de piernas, porque algunos golpes pueden doler.

- La foto sí... ¡pero la música para nada está en blanco y negro!

- Mi objetivo era escribir sin pensar en estilos y llegar a la fase de preproducción con una colección de canciones dotadas melódicamente, asentadas en estructuras limpias y con un discurso literario contundente para ponernos a trabajar a partir de ellas sin prejuicios de ninguna clase, a ver qué pasaba.

- ¿Se nota ahí el ojo y la mano de Refree?

- No conozco otro músico más capaz y al mismo tiempo desprejuiciado que él.

- ¿Se está convirtiendo en el Rick Rubin de por aquí?

- Raül ha acumulado mucho oficio y talento durante todos estos años y puede permitirse trabajar desde casi cualquier perspectiva que le sugieras. Dispone de una paleta de colores impresionante.

- Hay mucha libertad en este disco, desde el blues a electrónica teutona casi... ¿Con otra armadura sonora podrían ir algunas piezas a Enemigos también? ¿O ha ocurrido ya?

- En mi opinión, Los Enemigos necesitamos afrontar nuestro próximo trabajo con espíritu aventurero si queremos divertirnos: ya no se trata de dar fe de una nueva etapa sino más bien de dar comienzo a otra. Porque tiene que ser divertido. En eso ando dándole vueltas al magín últimamente.

- Y está fantásticamente cantado. ¿Lo de las gárgaras de huevo funciona?

- Muchas gracias, eres muy amable. Creo que los conciertos acústicos tienen mucho que ver en todo esto. En ellos los espacios son casi tan protagonistas como las notas y es ahí donde a la voz se le exige más. Aprende uno mucho girando por ahí en formato reducido.

- Josele, Enemigos... fueron símbolos del casticismo madrileño de porrón, bravas y bocadillo de calamares. Ahora vive allí, se rodea y graba con músicos de Cataluña. ¿Qué tal la inmersión sonora en los sonidos layetanos?

- La mitad del disco está grabado con una banda maravillosa, la que acompaña habitualmente a Xarím Aresté, un artista mayúsculo con el que tengo una complicidad muy especial y cuyos discos no pierdo la ocasión de recomendar. Nunca me he parado a pensar de dónde son los músicos con los que trabajo. No tiene importancia, somos todos muy pequeños cuando nacemos. He tocado con argentinos, gallegos, asturianos, andaluces, ingleses, castellanos, murcianos...

- Y, ¿qué le queda de sus genes cordobeses?

- Bueno, yo he nacido y me he criado en Madrid. Casi todo lo que sé lo he aprendido en sus calles y siempre estoy dispuesto a volver por mi ciudad y pateármela una vez más. Es algo que me encanta hacer. Córdoba siempre ha sido para mí una especie de tierra de leyenda sobre la que he oído hablar mucho de pequeño. Allí tengo una historia y sucede que la desconozco casi por completo, así que cada incursión en tierras cordobesas tiene para mí una connotación mítica y se convierte en un pequeño viaje al origen durante el cual no dejo de hacerme preguntas raras.

- Oigo 'Ángel' y me acuerdo del dicho ese que sugiere que si el hombre como especie desciende del mono... ¡estamos volviendo a subir a él de nuevo!

- Bueno, un mono tiene el suficiente sentido común como para no cargarse el lugar en el que vive. 'Ángel' considera que la especie humana se comporta respecto a su medio exactamente igual que un virus y propone su exterminio inmediato como única solución posible para erradicar la infección.

- ¿En directo cómo se lleva esto al escenario? ¿Y con quién?

- Más o menos como siempre que me he podido permitir contar con una banda completa detrás. A duras penas, pero lo estoy consiguiendo. Me acompañan cuatro excelentes músicos durante toda esta gira: Luca Frasca (teclados), Nico Nieto (guitarra), Coke Santos (batería) y Mac Hernández (bajo). Nos conocemos muy bien de anteriores ocasiones y a estas alturas de la gira la banda se encuentra bien rodada y engrasada.