JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 04/05/2012

Con semejante nombre está claro que les gusta la música que se hace desde Alaska a Ushuaia. Dirigidos por el saxofonista, flautista, compositor y arreglista Fernando Wilhelmi (quien contesta a esta entrevista), la ORQUESTA DE IDA Y VUELTA está formada por entusiastas estudiantes (y graduados ya) del Conservatorio de Granada, que, con el refuerzo de un importante elenco internacional de invitados, dará el salto definitivo, hoy viernes 4 (Teatro Isidoro Maíquez de CajaGranada, 21h), de grabar su primer disco ¡y hacerlo en directo!

- ¿Con tanta orquesta cuesta ya marcar su territorio?

- Mi territorio es la música, y para mí no tiene fronteras. En cuanto al éxito y la fama, hace mucho que comprendí que quien no se especializa lo suficiente, y renuncia a un montón de cosas, solo puede aspirar a pasarlo bien trabajando.

- La suya tiene la peculiaridad de estar formada por "aspirantes", ¿se le van o se quedan cuando terminan?

- Si tuviera que competir en el mundo de las Big Bands, lo primero sería salir de Granada y después estudiar otros quince o veinte años. Mi trabajo es conseguir que estudiantes que están demasiado enfocados hacia la música "oficial" de los conservatorios, tengan la oportunidad de conocer y disfrutar esa función de la música que tanto se olvida: la de hacernos un poco más felices, y para eso hay que cantar y bailar juntos. Por la orquesta ha pasado ya mucha gente, de eso se trata, pues es una asignatura en el conservatorio. Pero felizmente ya dispongo de un grupo de incondicionales apasionados.

- Una orquesta, para el director, ¿es una expresión polifónica de su "yo" o no hay que llegar a ahondar tanto?

- No sé, yo me lo paso bien a trío, dúo, y hasta yo solo. Pero el placer de unir tantas energías no consigo describirlo, me siento muy afortunado y agradecido.

- En esto, ¿la suma siempre es superior a la mera adición de las partes?

- Aquí la aritmética no sirve, lo simple puede ser tan grande o más que el mayor despliegue que se pueda imaginar.

- Ha elegido los palos de las grandes formaciones que existieron en los años cincuenta... ¿usted baila mejor con orquesta o con pickup?

- Eso depende de la orquesta y del pickup, pero la música es siempre más contagiosa en vivo. He visto entusiasmarse a gente con la misma música a la que jamás había prestado atención. ¡Siempre directo por favor!

- Parte de lo que tocan es propio...

- Más de la mitad, presentamos seis de mis composiciones y dos arreglos que he escrito sobre temas de Jobim y Nelson Cavaquinho.

- Una de ellas se llama 'Yemayá en Cádiz', ¿lo de Cádiz con más negritos en plan Big Band? ¿Ha preparado arreglos para chirigota también, como hizo Carlos Cano?

- Las chirigotas no necesitan ser arregladas. 'Yemayá en Cádiz' es una fusión de música andaluza y afrocubana.

- Ya hay más de tres orquestas en Granada, ¿debemos declararlas patrimonio de la ciudad o seguir atendiendo al fútbol?

- Mi orquesta se mantiene hace algunos años con no pocos desvelos. Con el fútbol no se puede competir, desgraciadamente.

- Siempre aparecen muy bien acompañados, esta vez y ya que el concierto es de tiros largos, ¿quiénes reforzarán la compañía?

- Vienen algunos grandes amigos: Manuel Machado en la trompeta, Ramoncito González en la percusión, Rafa Martínez en el trombón, pero hay otra gente grande y no tan conocida: Alex Oliveira y Fernanda Tassia cantando, y los demás que me perdonen por no dar toda la lista. Quiero terminar dando las gracias sinceras y apasionadas a todos los que me ayudan en esta locura.