JESÚS CASADO  |  Sevilla, 11/04/2011

Asistíamos a la presentación en concierto de su disco 'La Joven Dolores' en Sevilla y nuestra primera sorpresa fue el concepto acústico del directo con dos guitarras, chelo y piano. No defraudó tal composición aunque al principio estábamos un tanto reticentes pero lo cierto es que los temas funcionan casi de cualquier forma. Y es que con 'La Joven Dolores' CHRISTINA ROSENVINGE confirma el segundo acto tras 'Tu labio superior' (a mi entender su mejor disco) que, sin ser una mera imitación, es un punto y seguido siguiendo el listón en una altura muy muy alta. Sus versos ganan literatura, de ahí que casi no importe el concepto del directo, son letras que pueden leerse como hermosa poesía.

El set del concierto del Teatro Central estuvo muy basado en su último disco, el público estuvo entregadísimo forzando a hacer dos bises y, Christina, muy comunicativa casi como en un concierto de música contada ya que explicaba con detalle el significado de sus letras. Comenzaron con 'Jorge y yo', 'Tu sombra', 'Animales vertebrados', 'Eva enamorada' (extraordinaria), 'Mi vida bajo el agua', 'La distancia adecuada'. De 'Canción del eco' nos explicó que se basa en la historia de Ovidio y Valéry y de que Valéry condenó a la ninfa que le cantaba porque mientras ella estaba distraída Ovidio intimaba con otra ninfa. De 'Anoche (el puñal y la memoria)' nos dijo que está inspirada en una noche de juerga acaecida en la ciudad de Sevilla, de esas que es mejor no acordarse al día siguiente... Cerró con 'Debut' para volver a salir con 'Continental 62', 'La idiota en mi (mayor)'. Un concierto lleno de historias de amor, tentaciones, sexo, fronteras que se cruzan, caminos de ida y vuelta e historias antiguas pero reconocibles a día de hoy.