REDACCIÓN  |  Zamora, 13/09/2010

LE OM DE BUDA, definidos como viajeros musicales, músicos indi-pop, gipsy, románticos, balcánicos... aún andan buscando dónde se quedan, porque si ninguna búsqueda es fácil, y sin quitar ni poner una cicatriz de más o de menos, no caen ni creen en estereotipos musicales, lo cual no significa no saber posicionarse ante la vida y la música a través de una serie de canciones y de ideales de lo más sorprendente...

Andadura nada fácil para esta banda de origen zamorano, comandada desde sus orígenes en 2003 por Álvaro Hernández (guitarra y voz) y Javier Castillo (guitarra), la cual, a pesar de los sucesivos abandonos e incorporaciones de músicos a las distintas formaciones que han ido sucediéndose a lo largo de los años, (llegando a llevar a cabo, incluso un periodo de conciertos acústicos en solitario), logran en 2009, el empaste y la sensibilidad musical otorgada por unos nuevos miembros (el violinista Pedro Quirico, el violonchelo de Fernando Rodríguez y el batería Víctor Jañez), llegando para otorgar a la banda, una mayor sonoridad y musicalidad, así como un nuevo y amplio abanico de posibilidades a la hora de desarrollar y plasmar en canciones, una serie de ideas y sentimientos más acordes al nuevo momento personal de la banda.

Genuina puesta en escena a la hora de presentar sus conciertos como "viajes sin moverse de una butaca", pasando a través de cada una de sus canciones por diferentes lugares del mundo, tales como París, Cuba, Argentina, Rumanía... todo ello, unido siempre, a una infinita e incisiva proposición de cambio de actitud vital hacia el espectador, lo cual hace de sus directos y de sus canciones un pequeño fragmento de diversión y meditación musical...

Después de realizar una extensa lista de conciertos durante todo 2009 y 2010, Le Om de Buda entra a grabar su primer disco, totalmente en directo, en los estudios Century Audio de la mano de Chomi Ingelmo (ingeniero y técnico de sonido de Café Quijano, Diana Navarro...), obteniendo con éste una serie de buenas críticas que perduran a día de hoy.

Le Om de Buda continúa, de viaje y en construcción...