VALLE  |  Cádiz, 08/09/2018

No lo puedo evitar, soy un gran aficionado a las películas de terror. De todas ellas, me impactan, particularmente, las de zombies. Esos seres a los que no les late el corazón y que no muestran sentimientos ni emociones, me perturban. El resto de monstruos de esas pelis son del todo diferentes... Los vampiros que se enamoran, los espíritus malignos con su pasión por la posesión, el rencor nunca curado de los asesinos en serie de adolescentes o el debate interno con el que luchan los hombres-lobo; son sentimientos que muestran una debilidad que, en la mayoría de los casos, los llevan, inexorablemente, a la derrota. Sin embargo, los zombies no. Ellos, aunque muchas veces son lentos y torpes, no muestran debilidades porque no tienen sentimientos. No tienen esperanza. Nada que perder ni una vida por la que luchar.

Todas aquellas personas que no sean zombies podrán disfrutar, sin duda, de 'Capitalismo zombie y playa', el cuarto y nuevo LP del gaditano JULIO CABLE desde que inició su andadura en solitario. Con sus inspiradas melodías, apasionadas letras, colorida y matizada voz en un luminoso Power Pop, será imposible convertirse en zombie. Será imposible que no afloren sentimientos, emociones y recuerdos.

'Capitalismo zombie y playa' empieza con la canción homónima al álbum e inspirada en el libro del argentino Pablo Heller 'Capitalismo zombie'. En ella, Julio Cable nos ofrece su propia visión y critica la uniforme enajenación que nos provocan los diferentes poderes tanto políticos, periodísticos y sociales, ayudados por el automatismo que nos causa el mundo digital. Es, quizás, por letra y música, el tema más diferente del LP porque su desesperanza le da tintes indies con cierto shoegaze a la melodía pero, a partir de ahí, el disco retoma la gran vocación Pop Rock de Julio Cable con la frescura de 'Desayunar debajo de tu falda', la ochentera 'Maldito poniente', la sesentera 'Igual que yo', la bailable 'Johnny', la rocanrolera 'La gasolina y el mescal', la beatleniana 'No va a volver' y la romántica 'Estar pegado a ti'. En ellas, sus textos pasan a ser más íntimos y su brillante estilo goza de perfectos arreglos entre los que destaco cuando Julio Cable, en algunas de estas canciones, decide empezar con la voz provocando que, instantáneamente, nos situemos en su universo y originando, si cabe, aún más armonía a unas creativas melodías que os sorprenderán.

Por eso, solo me queda agradecer a Julio Cable el inspirador trabajo que ha realizado y la época en la que lo ha lanzado. Y es que, ahora que acaba el siempre embriagador verano, la buena música es fundamental para enfrentarnos de nuevo a una rutina plagada de incomprensibles contradicciones. Hoy hemos batido el récord de tarifa máxima en la factura de la luz pero nadie dirá nada porque, entre todos, han conseguido convertirnos en zombies para devorarnos por nuestras diferencias y por absurdos e irreconciliables odios mientras van aumentando las injusticias y los muertos en el telediario. A pesar de ello y gracias a discos como éste de Julio Cable que nos hace reflexionar pero también olvidar y nos "deszombiza", aún tengo esperanza y voy a seguir apostando y luchando por esta vida porque... no lo puedo evitar, soy un gran aficionado a las películas de terror.