KINA JARAÍCES  |  Madrid, 21/01/2018

Lo lindo que es este chico por dentro no lo sabe ni él. Por eso es tan guapo. Lo saben las dilatadas pupilas que lo disfrutamos cada noche desde la butaca del teatro.

Él es DAVID LUQUE, el hombre que interpreta, sin una pizca de parodia, a una magnífica Angustias, la hija mayor de la protagonista de 'Esto no es La casa de Bernarda Alba'. Una obra que, tras tres semanas de éxito en los Teatros del Canal, empezará su gira por España el 27 de enero en Gijón.

La tarde que quedamos llovía a mares. Yo llegué demasiado pronto a la cafetería donde me había citado. Raro en mí, lo sé. Pero es que, a veces, en lugar de caminar... vuelo. David abre la puerta del céntrico local puntual y sonriente. Ahora que estoy sentada a un metro de él me doy cuenta de que tiene los ojos negros... ¿O quizá eran verdes? ¡Y qué más da! Lo que pasa es que tiene la mirada transparente. Una mirada que nunca deja de decir lo mucho que le gusta su trabajo. Lo feliz que le hace meterse en la piel de sus personajes. Transmitir sentimientos. Poner el bello de punta. Sobrecoger. Hacer reír. O llorar. Y si no, repasad su impresionante Himmler de la serie 'El ministerio del tiempo', su sobrecogedor Oscar Wilde en la obra teatral 'Wild Wild Wilde', su imponente inquisidor Rodrigo Salazar en la película 'Teresa'. Y, por supuesto, su impecable primogénita de la versión de la obra de Lorca.

Dice que interpretar a una mujer es igual que interpretar a cualquier personaje masculino. En 'Esto no es La casa de Bernarda Alba' todas las protagonistas son representadas por hombres, a excepción de Julia de Castro. "Es la primera vez que hago de una mujer y la directora, Carlota Ferrer, nos indicaba que no nos feminizáramos sino que la femineidad surgiese en cosas muy pequeñitas. Para lograrlo hicimos un trabajo muy sutil imitando las posturas de las estatuas clásicas con leves poses femeninas: una cadera que apenas sobresale, un elegante contrapposto, la caída de un hombro, el leve giro de la cabeza...", explica David.

Esta versión libre de la obra de Federico, con textos de José Manuel Mora, donde los actores representan a mujeres pero no lo son (su sugerente título es un homenajea a Magritte), comienza su gira con una sensación muy buena. "La acogida del público ha sido excelente. Todos los días hemos disfrutado de la sala llena y de aplausos en pie", señala el actor.

Quizá el mensaje de Lorca llega tan nítido y tan visceral porque ellos, los 8 actores masculinos, dan voz directamente a Lorca, que habla a través de sus mujeres protagonistas. Y en este eco también está intrínseca la visión del poeta, compartida por David, sobre el verdadero sentido del teatro.

"Para mí, el teatro es una plataforma que debe hacer reflexionar al espectador sobre su vida, sus sentimientos, su relación con los demás... Yo lo entiendo como una especie de platea pública en la que debemos plantear los problemas que inquietan a la sociedad con el fin de cuestionar lo establecido, de comprender lo diferente, de mejorar... ".

Pero el teatro es todavía más. El actor madrileño defiende las artes como parte fundamental de la educación: "reducir las horas de música, de plástica o de humanidades no va a hacer que un país sea más competitivo y mejor. Además, el teatro debería estar presente en la programación educativa porque es esencial para saber expresarse y conocerse".

Sin duda, el 2018 comienza con muy buen sabor de boca para David ya que justo antes de meterse en la piel de Angustias fue nominado a mejor actor en los premios The Offies, del Off West-End de Londres 2017 por su trabajo como protagonista en la obra teatral 'La golondrina / The swallow' en el Cervantes Theatre, el primer teatro español en la capital británica. Una producción donde el actor alternaba sus funciones en castellano y en inglés. "Hacer de Ramón / Ray ha sido un regalo de personaje por su alto contenido emocional". La obra está inspirada en la masacre cometida en junio del 2016 en un club gay de Orlando motivado por el odio del terrorista hacia la comunidad LGTBI.

Otro de sus personajes que en este año pasado también ha causado un fuerte impacto en el público ha sido su interpretación en alemán de Heinrich Himmler para la serie 'El ministerio del tiempo'. "Yo me lo pasé fenomenal haciendo de Himmler. Me miraba al espejo y veía al jefe de la SS... Pero nunca imaginé que mi personaje llegara a tener tanta repercusión en las redes sociales".

Ver a Luque interpretar personajes en un perfecto inglés y alemán no es casualidad. David es licenciado en Filología inglesa y ha traducido dos libros al español: 'La preparación del director. Siete ensayos sobre teatro y arte', de Anne Bogart y 'Lecciones para el actor profesional', de Michael Chéjov. Como segunda lengua extranjera estudió alemán, por lo que decidió marcharse con una beca Erasmus a Alemania. Allí, en la Universidad de Heidelberg, empezó a hacer teatro en lengua inglesa como actividad del departamento. Y dice que se lo pasó tan bien, que al volver a España continuó actuando para una compañía inglesa con sede en Madrid, The English Theatre Workshop, con la que también hizo teatro para niños y en la que trabajó cerca de 5 años. "Hacer teatro para niños fue un entrenamiento muy bueno porque ellos no tienen filtro y ponen caritas de aburrimiento o de desconexión así que tienes que estar siempre muy alerta para captar su atención".

Después de 5 años actuando como profesional, siempre en inglés, decide ingresar en la escuela de teatro de Mar Navarro, donde pasa dos años hasta que entra a formar parte del Teatro de la Abadía, donde participa en obras como 'Sobre horacios y curiacios', premio MAX de Teatro al Mejor Espectáculo 2004; 'El mercader de Venecia', 'El rey Lear' o 'El burlador de Sevilla'.

"Durante esos años en el Teatro de la Abadía, Fefa Noia, que entonces era ayudante de dirección de José Luis Gómez, y yo hablábamos de nuestros gustos artísticos y teatrales y ambos coincidíamos en lo mucho que nos gustaba 'De profundis', de Oscar Wilde. Enseguida tuvimos claro que queríamos llevarla al teatro y montar nuestra propia compañía". Así, en 2011 nace Los Lunes cuya primer montaje no podía ser otro que 'Wild Wild Wilde'. Una teatralización de la carta que Oscar Wilde escribió a su amante desde la cárcel y que muestra ese amor salvaje que el dramaturgo irlandés decide vivir en una sociedad que no permite esa pasión y por la que es encarcelado.

"Tengo cariño a todos mis personajes pero uno de los que recuerdo con más afecto es a Oscar Wilde. 'De profundis' es un texto maravilloso y Wilde es un personaje fascinante. Me encantaría volver a representarla".

Más tarde vendría 'Cuerdas', un montaje por el que fueron nominados a los Max como mejor Espectáculo Revelación 2014; 'Ayuda' y 'País'. "La respuesta a Los Lunes fue muy positiva desde el comienzo. Desde el inicio contamos con el apoyo de la Comunidad de Madrid y del Ministerio".

Es difícil imaginar a David, con esa buena luz que desprende, interpretar a personajes malvados. Sin embargo, lo cierto es que los borda. "Uno de los trabajos de los que más orgulloso me siento es la interpretación del inquisidor Rodrigo Salazar, para la TV movie 'Teresa'. Mis compañeros decían que daba miedo, pero yo me lo pasé como un niño chico. Por mí, que sigan dándome papeles de malo".

Lo observo a lo largo de las casi dos horas de entrevista (diálogo mejor dicho) y no puedo evitar ver su alma de niño. De ese niño que nunca deberíamos perder. El que nunca deja de aprender. El que disfruta pero, sobre todo, el que hace disfrutar a los demás. "Yo empecé a actuar porque me lo pasaba genial. He hecho más teatro porque la vida me ha llevado más por ese camino, pero me gusta todo -teatro, cine, televisión- y disfruto mucho con todo, aunque aún me queda por aprender".

Ha dejado de llover. Mientras nos despedimos en la calle recuerdo una frase de Picasso que a David le gusta bastante: "cuando se es joven, se es joven toda la vida". ¿Y de qué otra manera podríamos vivir?, pensamos los dos... Y no se nos ocurrió ninguna mejor.