MARTIN PAGE  |  Madrid, 28/09/2011

La programación musical del Teatro Lara volvió a brillar de nuevo con el fantástico recital de AGNES OBEL el pasado jueves en Madrid.

Con la presencia de un publico indie y sofisticado que sin duda había hecho los deberes, abrió la cita musical DANI LLAMAS. El gaditano se presentó solo con su acústica y desgranó algunas de las canciones procedentes de su nuevo trabajo, 'Minor Epic', ofreciendo un recital íntimo y potente mientras demostraba una vez más que se puede hacer buena música cantando en inglés sin necesidad de proceder del extranjero.

Tras él apareció la cantante danesa que inmediatamente comenzó a atacar la casi totalidad de las piezas procedentes de su álbum debut, 'Philharmonics'. Apoyada excelentemente con cello y arpa, Agnes y su teclado comenzaron a inundar al público asistente con pasajes sonoros, delicados y cristalinos mientras la maravillosa acústica del Teatro Lara contribuía a ello.

El concierto transcurría con normalidad y la repentina aparición de algunos problemas técnicos en su desarrollo, lejos de estropear la actuación, sirvieron para romper el hielo con el respetable y, de paso, para descubrir que la cantante danesa tiene un gran sentido del humor y una naturalidad, profesionalidad, y muy segura de sí misma.

En una escena actual con sobreexposición latente de artistas femeninas, brilla excepcionalmente el caso de Agnes por su gran clase y sencillez, capaz tanto de componer excelentes canciones como de crear intensidades sonoras bellas y sugerentes dignas de figurar en cualquier largometraje o pieza visual de firma. La maravillosa cadencia de 'Just So' o la sencillez a flor de piel de 'Beast', así como el pop retro y sincopado con toques "a lo Tori Amos" de 'Avenue' no hicieron más que confirmar la prometedora y larga carrera que la artista danesa tiene por delante.

Gran clase. Gran compositora. Gran cantante. Larga vida a la belleza sonora.