MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 18/01/2011

Noche pop en la sala El Sol en los Miércoles de Rockola FM con una ambiente muy chill a media sala y con mesitas delante de la escena que no se llenaron por parte del escaso público que en buena parte prefirió permanecer de pie.

Iniciaban la noche los maños MISTER HYDE que aprovechaban la vuelta a su segunda casa que es Madrid para seguir promocionando y mostrando la música plasmada en su disco 'Fantasmas', un trabajo muy suave con permanentes referencias al pop británico. Un disco que pasó de puntillas por El Sol, sin calar en la audiencia, y eso a pesar de que maneras apuntan. Buen detalle versioneando la canción 'De música ligera' de Soda Stereo y dedicándola a su líder, el argentino Gustavo Cerati, que está ahora sufriendo las malas jugadas del destino. Temas de gran ligereza, destacando 'Manchester' en alusión al pop-rock surgido de sus calles, el más acústico 'El silencio entre nosotros', el cine-homenaje 'Remake', o 'Volverán', realizado en dos semanas para introducirlo como último ep.

Tras Mister Hyde, aparecía una tan bella como frágil OLIVIA DE HAPPYLAND, con esa imagen de candidez intencionada que ya mostró hace un año cuando en esta misma sala presentaba su disco 'Casi Feliz'. En esta ocasión contaba entre el público con el soporte de músicos de la talla de Nistal o Georgina. Así, con 'El Boxeador' (dedicado al tres veces campeón del mundo de los pesos pesados Cassius Clay o Muhammad Ali) comenzaba sus performance de pop-rock-folk joven y suave. Temas de voz sensual, de susurros, de desazón, de referencias autobiográficas. Alternancia de guitarras eléctricas y acústicas, eso sí, con la cobertura de unos teclados impolutos. Fantasías con toque tarantiniano en 'Felices Novios', alusiones a Dylan en 'Bob tenía razón', contundente guitarra en 'Dulce Animal', balada triste de indecencias nocturnas en 'Pierdo el camisón', la especialidad de la casa, 'La chica del tiempo perdido', con la que desde Olivia y uno a uno los músicos abandonan la sala sin que el resto dejen de tocar hasta dejar solo al baterista. Genial la versión de 'Ça plane pour moi' de Plastic Bertrand ya en clave de rock. Redondo el concierto de Olivia, mucho más asentada y segura que hace un año, y con unas tablas en escena que arropan un pop directo, conseguido y ya maduro.