JUAN JESÚS GARCÍA  |  Torrenueva (Granada), 24/08/2010

La segunda noche del FESTIMED tuvo como protagonistas al cantaor Juan Pinilla (en la foto) y a Maui y los Sirénidos, pero sería el de Huétor el que, en cierta forma, la abriera y la cerrara, ya que estuvo en lo suyo y generosamente acompañando a Maui al final. Pinilla detectó hábilmente dónde estaba y para quién cantaba: realizó un recorrido por los palos costeros murciano-andaluces, con parada y fonda en Juan Breva, e igual que hizo una caña sobre un poema de Verlaine o parte del lorquiano Cante Jondo por tientos y tangos al principio, haría el ya desgastado 'Ramito de violetas' de Cecilia o el 'Jaleo', bulerías para obligar al personal a entrar al trapo, y vaya que si entraron. El arrebatador cantaor estuvo acompañado en la guitarra por el jovencísimo David Caro y a las palmas y jaleos por Fita Heredia y Encarni Heredia.

Todos ellos volverían a salir, y otro montón más, también por bulerías, al final de la actuación de Maui, pero yendo por orden, ella ofrecería al respetable una presentación más del sorprendente y surrealista personaje que crea en escena, con tanto de "prota" del Almodóvar inicial, como de canción de autor; esta última a modo de fusión "todoincluido", sea flamenco, reggae, rock, jazz, pop, swing, 'El reloj' de Bambino... y hasta una catártica pieza, casi una performance "free" a lo Living Theatre, creo que llamada 'Cordura inquieta', para terminar con susto y muerte. A tanto ingrediente le falta un hervor para ligar la salsa, pero hay una personalidad arrolladora, letras originales y curiosas, fantasía, una banda muy sobrada, (con la solvente pareja Brañas-Masana en ritmo, que funcionan tan a la par como una cilclotandem, y un deslumbrante clarinetista llamado Joaquín Sánchez).

Mucha fiesta para terminar, gente bailando y (¡por dios!) el mismo "humorista" fijo de la terraza con otra perla de bienvenida "gracias por haber "aguantado" hasta esta hora para escucharme". Decididamente hay varios mundos en este.