JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 17/08/2019

A la parte alta del programa del Altiplano Festival (en Cúllar Baza) llega el grupo más popular del Metal-folk (o viceversa) español, los madrileños MÄGO DE OZ, que tras una grabación gigante realizada ante 18.000 mil mejicanos con la Orquesta Sinfónica de México, acaban de sacar un trabajo nuevo y doble (y van...) llamado 'Ira dei', una ópera rock temática (y también van...), esta vez sobre el bien y el mal. En directo mantienen la faceta más teatral de la banda, la que les dio a conocer en su momento con decoraciones escénicas muy complejas (tantas que en una ocasión no pudieron venir al Zaidín porque no cabía su montaje en el escenario). Jesús María Hernández, Txus di Fellatio, es el corazón de la banda. En Cúllar actúan hoy sábado 17 junto a Pesadilla Electrónica y La Pava.

- No es muy normal que un baterista sea el "líder" de un grupo... ¿Ha pensado en poner en la primera fila de escenario su batería como Dave Lombardo o Elvin Jones?

- El puesto de batería... Es curioso, tiene que ver con mi posición de portero cuando jugaba al futbol semiprofesional, siempre estaba detrás, y eso no casa nada con mi personalidad, que a mí me gusta figurar y tengo un ego bastante importante (risas). En Las Ventas, cuando la gira del barco, incluso me subí al segundo piso... ¡cada vez más lejos! (risas). Me curo saliendo a cantar alguna canción.

- Ustedes son de Madrid, donde hay una estatua al diablo... ¿Simpatía por el "devil" que cantaban los Stones?

- 'El ángel caído' no es de los monumentos más visitados y quitando alguna gárgola catedralicia debe ser la única en el mundo, sí. Yo soy más de Darth Vader que de Luke, que le faltaba un hervor. Los roqueros nos hemos decantado siempre más hacia el lado oscuro. También el resto de la humanidad... Yo soy un enamorado de la historia de la segunda guerra mundial, y fíjate qué bien supieron los nazis vender una estética, claro que luego sabes que fue diseñada por un tal Hugo Boss y fotografiado por un tal Heinrich Hoffmann, y claro... El mal siempre ha sido más atractivo. El infierno debe ser lo más parecido a un antro de blues que el cielo (risas), con humo y azufre (risas).

- Precisamente el Cristo y el Anticristo son los protagonistas de su último disco, ¿no?

- En Mägo de Oz siempre hemos intentado ir más allá de lo habitual, que cada disco fuera una pequeña novela. Aquí me planteo la batalla entre el bien y el mal, pero con la diferencia de que abordo la dualidad entre el Cristo y el Anticristo como hermanos gemelos.

- De alguna manera es la continuación, décadas después, del 'Jesús de Chamberí'.

- Sí, claro. Yo no soy ni agnóstico ni ateo, soy menos, pero que no crea en que hay ovnis no quiere decir que no me gusten las películas de ovnis. Las religiones son viveros de ideas que te permite hacer muchas analogías con lo que está pasando hoy en día. Termino la historia imaginando que dios y el contradios son dos extraterrestres que están jugando una partida de ajedrez eterna con nosotros de peones.

- Por cierto que la primera vez que lo tocaron en Ganada, en el Barbarian, nada más hacerlo, ¡se abrió el cielo y cayó el diluvio universal!

- Sí, fue en Pinos Puente, me acuerdo que en un cartel con Uriah Heep (risas)... Éramos unos chavales y entendimos la señales (risas), supimos que íbamos por el buen camino.

- Precisamente en Granada se inspiraron para el tema 'Paseo de los Tristes', lo mismo que una canción de Los Ilegales... Óigame, que no somos tan mustios...

- (Risas) Conozco Granada en profundidad porque mi primera mujer era granadina. Pero es que ese paseo, ya solo con el nombre, es muy inspirador, y en Granada siempre vais a estar bajo a la sombra de La Alhambra... ¡Bendita sombra!

- 'Ira dei', 'Diabolus', 'In eternum', 'Finisterra'... De latín iban bien en el instituto, ¿no?

- (Risas) Sabes qué pasa, que el latín da muy bien para los coros; cualquier coro en otro idioma antiguo queda superchulo, todo suena más dramático y épico. Da igual que sea en latín que el élfico o cualquier idioma de Star Trek.

- Ara Malikian ya metió un violín anteriormente en Mägo de Oz, pero ahora ya son palabras mayúsculas. ¿Le van a devolver el favor en sus grabaciones o conciertos?

- Sí, le debemos una y no sabemos cómo pagársela, sea aquí en Madrid o en México para echarle una mano en aquel público.

- ¿Qué les pasa a los mejicanos con Mägo de Oz, que llena estadios?

- Llevamos diecinueve años yendo y sí, ahora llenamos estadios, pero empezamos desde abajo, trabajando mucho y tocando para cien o doscientas personas que nos llamaban "blanquitos", "conquistadores" y de todo... Estaba convencido de que la propuesta de Mägo de Oz tenía que funcionar y no estaba equivocado.

- Se anuncia 'Ira dai' como una trilogía, o sea que serán seis discos...

- No necesariamente. Esto es como cuando pasas una noche loca, que el primero lo tienes asegurado, pero el resto no. Igual son dobles o sencillos, ya lo veremos.

- Cambiando de tema, y hablando de lo que de "verdad" es "importante" en esta vida, de fútbol... Usted que iba para jugador profesional del Madrid, vaya "annus horribilis", por decírselo en su idioma favorito...

- Sí, sí, un desastre. Pero fíjate que contradicción, yo soy más del Barsa y del Athletic de Bilbao por nacimiento y romanticismo.

- ¿Y esto del fútbol no es ya una plaga bíblica también?

- Es una droga, para que las noticias sociales y económicas pasen a segundo plano. Recuerdo que cuando, no sé si fue el Betis o el Sevilla el que iba a bajar por lo de las sociedades anónimas, hubo una gran manifestación... ¡Ya me gustaría a mí que se manifestara la gente igual por las pensiones o los desahucios! Pan y Circo, es una locura, y lo dice uno al que le encanta.

- Y por último, vienen a un festival múltiple... ¿como "teatro band" o solo como banda sin teatro?

- Vamos con todo, algo menos que en los conciertos solos, pero Mägo de Oz no entiende un concierto sin acompañamiento de escenografía, aunque ya solo con los diez que subimos al escenario lo llenamos.