JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 16/03/2019

Tras una docena larga de años de carrera, dos Eps y seis álbumes editados desde el underground más de culto, los "nuevos" (en 2016 se reajustó su formación) RUFUS T. FIREFLY han tocado le techo con el tándem 'Magnolia' - 'Loto', motivos florales de la gira que les trae por Granada (Industrial Copera, hoy sábado a partir de las 21h) ya en la recta final de tres intensísimos años de actuaciones a todo trapo.

Tras la publicación en el año 2008 de su primer LP autoproducido ('My Synthetic Heart'), el entonces quinteto mixto en homenaje al Groucho Marx presidente de Libertonia en 'Sopa de Ganso', se referenciaba también en nombres como Smashing Pumpkins, The Cure, Radiohead, Lagartija Nick o Sigur Rós para enmarcar su palpitante magma sonoro, entre la épica y la intensidad, y generado con el apoyo de sintetizadores y otros distorsionadores necesarios para fabricar atmósferas oscuras, íntimas melodías vocales e inquietantes líneas de guitarras que daban carácter a su propuesta.

La banda arancetana liderada por Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro (con Manuel Cabezalí de observador y asesor externo), volvió a la actualidad con ese 'Loto' en el que han rebuscado entre sus experiencias más psicodélicas, "culminación de una propuesta donde la psicodelia, el rock alternativo y los arreglos progresivos se mezclan en una suerte de mensaje generacional que encaja perfectamente en el saco del nuevo pop indie de aspiración mainstream", según reza su presentación. Con la perspectiva de un año (y dos), y atendiendo a las explicaciones de sus autores sobre un origen común en el tiempo (y motivación), se puede ver a 'Magnolia' y a 'Loto' como dos partes del mismo disco doble, representando la etapa más conceptual del grupo: "Con el anterior abrimos una vía que hemos abarcado completamente con este, al alcanzar un grado mayor de experimentación que le da sentido al concepto de viaje interior", explicaba Cabezuelo. Dos discos que además han cosechado el mayor refrendo popular hasta la fecha para los de Aranjuez, que ya han dejado de hacer bulto en el cuerpo de los festivales escrito su nombre en tamaño pequeño para encabezarlos en letras vistosas.