MARTIN PAGE  |  Madrid, 02/04/2018

La novela futurista de Ernest Cline parecía una buena excusa para que el creador de los creadores del "blockbuster" se mirase en el espejo de su propio universo y aprovechase para retomar una relación dejada de lado.

Así que mientras el film homenajea y recrea gran parte de la cultura pop de los 80 y 90, vemos desfilar por la pantalla al gigante de hierro, la moto de 'Akira', el Delorean, Durán Duran, Van Halen, Steve Jobs, 'Parque Jurásico', las consolas Atari y miles de referencias icónicas más, no olvidemos que estamos ante una película comercial, de chavales y de "búsqueda del santo grial" pero (pese al guiño a 'Indiana Jones y la Última Cruzada') hay poco más, la verdad; a la película le acaba faltando gancho y sustancia, los personajes no atrapan, el mundo digital que propone es demasiado digital y el mundo real resulta demasiado soso. Da la impresión de que Spielberg ya no posee el gusto ni el nervio de antaño para hacer estas cosas.

Por supuesto la película es entretenida, se deja ver con facilidad y también tiene algunos momentos muy interesantes como ese increíble homenaje a 'El Resplandor' y una pirotécnica persecución virtual por las calles de New York con un King Kong aterrador, pero pese al apabullamiento de efectos especiales el resultado acaba siendo descompensado y dejando poca huella cinematográfica en la retina.

Probablemente 'READY PLAYER ONE' no llegue a formar parte del Olimpo de la iconografía pop que homenajea y que seguramente, en manos de otro artista más actual, e intrépido, puede que hubiese producido un resultado más estimulante y sorprendente tal y como pasó hace unos años con Edgar Wright y su imprescindible y maravillosamente friki 'The World versus Scott Pilgrim'.