Texto y fotos: Juan Jesús García


Nacho Mastretta: "Se necesita tiempo para hacer obras maestras"

Nacho Mastretta ha conseguido el espacio suficiente como para hacer una música especialmente original e inusual. Requerido por el cine, la publicidad y hasta los desfiles de moda, el antiguo líder del grupo Las Manos de Orlac ha desarrollado una carrera peculiar en la que se suceden los discos instrumentales altamente sugerente, como su último trabajo 'Música para automóviles', una road movie para ciegos que lo trajo el 12 de abril de 2003 a actuar dentro de la programación del Festival de Cortos de Granada. 

Ha participado en grandes eventos y en pequeñas casas de la Cultura, como la de Salobreña dónde se mueve más a gusto?

"Tengo clara la situación en la que me muevo: en una escena minoritaria, el gran público me cae lejos. Nosotros no tenemos mucho acceso a los medios, que suelen utilizar los criterios de la industria. Nosotros estamos muy contentos porque solemos hace casi cincuenta conciertos al año, la mayoría en espacios pequeños, donde es muy fácil, o por lo menos nosotros conseguimos comunicar fácilmente". 

Estuvo en uno de los primeros grupos de pop y rock fusión, La manos de Orlac echa de menos el entorno del rock y el pop?

"Bueno, cada uno se acerca a la música como puede y siempre de una forma coherente con tu entorno. Cuando tienes 20 años haces muchas cosas que... En fin, todo forma parte de un aprendizaje, de la búsqueda te tu voz propia. No echo de menos nada en la medida de que han pasado mucos años y muchas cosas".

La última vez que actuó por aquí el público salía del concierto como si hubiese visto una película de Billy Wilder: con una sonrisa puesta en la boca Qué parte de su música ocupa el humor? 

"Es fundamental. El arte aporta puntos de vista diferentes para ver la vida, y nuestro objetivo es sugerir estas visiones sugiriendo ilusión o complicidad; el humor está presente en todas las manifestaciones artísticas, es otro punto de vista, y cuanto más haya habrá más riqueza habrá".

Hablando de usted siempre se repiten los mismos nombres: Mancini, Weill, Rota... a quién más tendríamos que añadir?

"A muchos. Hay ciertas generaciones de músicos anteriores a los años cincuenta que es la que más he escuchado: Ellington, Parker, Gershwin, Armstrong... muchos, muchos".
 
Se ha especializado en música para ambientes: publicidad, cine, moda...salvo en 'Luna de miel' no busca historias concretas sino más bien pasajes evocadores le ha costado conseguir semejante libertad formal? 

"Es que yo parto de una idea general, luego empiezo mi trabajo y lo dejo que respire, que tenga vida propia y que sugiera cosas. Si conociese el final no podría hacer nada de lo que hago".
 
Hablando de evocaciones Qué música le sugiere el episodio de la SGAE en Méjico y N. York, incidente aéreo de regreso incluido? 

"El regreso fue terrorífico, todavía me acuerdo del aterrizaje forzoso muchas veces. El resto fue muy interesante ya que presentamos en Estados Unidos el último disco, que salía allí. Me sirvió para comprender que la música que uno hace, al ser instrumental es igual de comprendida en cualquier punto del mundo, y que reacciona igual una neoyorkino que un murciano o un gallego".
 
Ha producido, arreglado, mezclado y además ha sido técnico de una sala por donde pasaban cientos de grupos Cómo se ve el estado del pop español desde la mesa de mezclas?

"Hace ya tiempo que no estoy en la sala El Sol, pero pienso lo mismo: que hay que dejar espacio y tiempo para que el artista desarrolle el talento que pueda tener; un artista lo necesita y no puede estar sometido a la presión comercial de la industria. Los grandes artistas han hecho obras maestras a los 45 o 50 años y no es posible medir los resultados a corto plazo. Era y es necesario que la industria se humanice, no les queda más remedio o... cerrarán".
 
Cómo se consigue un plantel de voces como las que utilizó en su disco 'Luna de miel'?

"Por casualidad: me puse, conseguí los teléfonos y llamé personalmente y todo el mundo dijo que sí. Visto ahora me resulta chocante ya que el proyecto era un poco extravagante. De todas formas cuando vuelvo a todo lo que he hecho me suelo quedar más con la intención que con los resultados".
 
Y hablando de amistades: tiene usted a la familia Ronaldos en su grupo?

"Ricardo fue una de las primeras personas que conocí en Madrid, luego me llamó para la Marabunta, allí conocí a Pablo Novoa y luego vino Ángel Malla. Son todos personalidades dialogantes y es muy productivo tenerlos cerca".
 
Con esa formación es usted el líder, pero con ella (más o menos) también es un anónimo acompañante cuando secundan a Julieta Venegas Cómo se ve el mundo de actor secundario?

"Secundario soy siempre (risas) Lo bonito de la música es estar abierto a colaborar, esa actitud la tengo y me resulta muy enriquecedora, ya estés delante o detrás de los focos".
 
Esto... le gusta conducir?

(Risas) "Sí, pero a veces se hacen los viajes muy largos porque, además yo llevo la furgoneta, es un buen lugar de charla y discusión".