DANI ILLANA  |  Barcelona, 12/05/2010

NACHO UMBERT está siendo una de las sorpresas más positivas de este año. El ex componente de Paperhouse, después de más de una década sin grabar, se ha puesto en las manos de Raül Fernández (Refree) para hacer un disco evocador, luminoso, fresco y mediterráneo. Una exquisitez lírica que ha conseguido sembrar de unanimidad los oídos de sus oyentes, hasta de los más exigentes.

- 'Ay...', dos letras y tres puntos que dicen mucho.

- "Ay" es muletilla y suspiro. Muletilla porque sí, porque me gusta cómo suena, porque me gusta cantarlo, porque es de aquí y porque significa tantas cosas. Y suspiro porque después de tanto tiempo sin publicar, a uno se le pone cara de susto.

- Han sido, nada más y nada menos, que 14 años de silencio.

- Pues sí. A veces va bien alejarse y coger perspectiva. Lo que pasó es que me alejé tanto que olvidé cuánto me gustaba hacer canciones. Un día me acordé, y volví chino chano. Largo camino, pero valió la pena.

- Tus canciones, como las novelas de Eduardo Mendoza, no se entienden sin Barcelona.

- Decidí hablar de las cosas y lugares que conozco bien. O no tan bien... Decidí cantar como hablo, mezclando lenguas, mis lenguas. Decidí dar nombres de aquí a mis personajes, ubicarlos cerca, y así controlarlos mejor. No se me vayan a perder.

- En 'Ay...' hay diez pequeñas historias, planteadas pero nunca cerradas.

- Son pequeñas postales de historias que pueden suceder en cualquier momento. Que yo sepa, algunas han sucedido, posiblemente todas. Los finales abiertos tienen que ver con el concepto de postal, de fotografía.

- Hay muchas imágenes cotidianas a lo largo del disco ¿Eres de los que necesitan ir con una libreta por la calle?

- Nunca. A veces se te ocurren cosas estando por ahí, y la mayoría de las veces se van al más allá. Yo para escribir necesito tiempo, intimidad y concentración. No es algo sencillo para mí.

- En el ambiente fresco y luminoso del disco qué parte de culpa tiene Nacho Umbert y qué parte Raül Fernández.

- El sonido del disco es cosa de Refree. Imaginó un disco muy puro, muy clásico. Muy pocos elementos, y sin artificios. Canciones y ya está. Estuvimos de acuerdo desde el principio. El ambiente que respiran las canciones, supongo que debe ser cosa mía.

- Hay un precioso trabajo instrumental detrás de cada tema que, a la vez, sabe dar el protagonismo a tu voz.

- Raül quiso poner la voz delante, y de alguna manera, que la música caminase a su lado. Los arreglos son pequeños, colocados con pinzas, y los temas respiran. Refree es muy, muy fino. Le debo cien mariscadas.

- Tengo que decir que la sección rítmica me parece magistral.

- Opino lo mismo, otra vez cosa de Refree, y Xavi Molero claro. Cuando plantearon 'Cien hombres', con esa batería que tarda tanto en aparecer, que cuando ha entrado va y se calla, y luego vuelve a entrar, pensé que era lo menos convencional que había oído en mucho tiempo. Habían convertido un posible hit en un clásico (perdón, maté a la abuela). Olé.

- ¿El proceso de grabación se ha hecho despacito y con buena letra?

- Fue relativamente rápido, seis días de estudio para las guitarras, baterías, bajos y contrabajos, pianos, cuerdas y trompetas. El resto, en casa de Refree, por las tardes y por las noches. Muchas cosas claras de antemano, y también mucha improvisación.

- Las canciones las interpretas en un tono distendido, recitando o narrando casi más que cantando ¿Es buscado o simple pereza?

- Es mi forma de cantar, así, casi sin cantar. Tengo la voz que tengo, no pidamos peras al olmo.

- ¿Esperabas tener críticas tan positivas?

- Con el disco en la mano, esperaba gustar a cierta parte de la crítica. Pero no esperaba esta unanimidad, la verdad. Aún espero una mala crítica. Ya llegará... De momento, supongo que la gente a la que no le gusta el disco no habla de mí. Ya hablarán...

- La mayoría de los músicos huyen de la palabra "cantautor" ¿Tú te consideras uno?

- Supongo que sí. El hecho de no tener una banda, de contar historias, me convierte en algo parecido. No me molesta. Ya tengo una edad.

- ¿Antonio Luque o Joan Manuel Serrat?

- Luque fue un faro para mí hace muchos años, y gracias a su 'Pequeño circo' comencé a cantar en castellano. Ahora lo he vuelto a descubrir, con sus últimos discos. Me gusta, tiene una mente clara y despierta. Y hace canciones cojonudas. De Serrat nunca he sido muy fan, nunca me ha interesado su forma de cantar ni su instrumentación, aunque sí sus historias. Pero me cuesta escucharle, no lo puedo remediar. Así que me quedo con Luque.