JUAN JESÚS GARCÍA  |  Cádiz, 14/08/2019

Un tipo que asegura tener en su altar a grupos Prefab Sprout, Love y Aztec Camera es siempre de fiar. El californiano BART DAVENPORT es un estilista del pop que metaboliza muchos estilos musicales en una suerte de entre cantautor y crooner pop. Le gusta España y aquí, con músicos ibéricos, ha hecho actuaciones y discos, el último con un ensemble multinacional bautizado como The Bedazzled se llama 'Blue Motel'. En minigira por España en estos días, mañana le podremos escuchar en el Municassim de El Puerto de Santa María y el viernes en el Camping Camaleón de Caños de Meca, en las dos últimas oportunidades por el momento de escuchar sus canciones llenas tanto de melodía como sensibilidad y ecos del "sofistopop" de confitería de los años ochenta. Al respecto la prensa USA dijo de él que es "el mejor artista con guitarra que hay".

Nativo de Oakland, comenzó su carrera en los años 90 como parte del grupo The Loved Ones, con quien sacó dos discos cargados de fuerza y r&b. Su talento y sus ganas de vivir más allá de lo mundano, le llevaron a salir de la banda a principios de los dosmiles, aventurándose solo y con una apuesta en acústico que le ha llevado a la cúspide de su carrera. En estas últimas dos décadas Davenport ha cosechado fieles con discos como 'Game Preserve', 'Maroon Cocoon', y ha colocado temas en campañas mundiales para iMac ('Exodus Honey'). Soul, pop, indie, garaje o blues son los nutrientes a los que somete a un tratamiento de adorable refinamiento.

Su veta más soul-pop la pudimos comprobar aquí en los conciertos We Used To Party, en el que se adaptaban discos míticos al estilo de artistas de ahora mismo (Giant Sand en plan Johnny Cash, The Posies por Teenage Fanclub, o Chuck Prophet ejerciendo de The Clash). A él le tocó defender (¡y cómo!) el 'Sound Affects' de The Jam. Más que un concierto, una caricia.