MIGUEL LOPOTT  |  Madrid, 21/05/2011

'OLEANNA', obra maestra del teatro contemporáneo, creada por el Pulitzer americano David Mamet, muestra cómo el lenguaje puede ser utilizado como mortíferas dagas. La acción se sitúa en un único espacio escénico compuesto de una mesa, dos sillones, un teléfono fijo, un móvil, un dispensador de agua y una ventana con vistas a un paisaje cambiante con el trascurso del día y las jornadas. Ideal para este fin, la intimidad de la Sala Pequeña del Teatro Español de Madrid. En ese espacio surgirá el conflicto, por un lado John, un maduro profesor universitario, acomodado en las normas, en puertas de obtener la cátedra; por otro una de sus alumnas, Carol, una avezada y talentosa estudiante, inconformista y discrepante con el desempeño de John al que está dispuesta a destruir.

Con la magistral dirección de Manuel de Benito, pasamos de una estudiante suspendida y en manos de su profesor, a un profesor con su cátedra pendiente de un hilo que sustenta la estudiante. La guerra de poder está servida y los papeles víctima-verdugo son decididos a juicio de cada espectador. Diálogos inteligentes, fríos, sutiles, medidos, plagados de dobles intenciones y de violencia verbal.

Sublime José Coronado al que realmente sentimos como catedrático al borde de la desesperación e incapaz de controlar una situación que le desborda. Gratamente sorprendente el uso de las pausas y los silencios que junto con una formal interpretación dan rigor al personaje. Irene Escolar añade el contrapunto magistral mostrando a una joven sólida en su convicciones, maquiavélica, enérgica. Una obra dura, de atracción y rechazo personal, con un ritmo tranquilo y continuado, donde los cambios de escena se producen mediante breves apagones que no alteran el cara a cara a muerte que se está produciendo.

Una obra imprescindible para los amantes del teatro más oscuro del último siglo XX.