JUAN JESÚS GARCÍA  |  Íllora, 29/07/2017

La primera noche del vigésimo séptimo PARAPANDA FOLK resultó un entrante gustoso para el resto del programa que se extenderá hasta el domingo. En el auditorio del Parque Carlos Cano, que desde el domingo llevará en nombre de Enrique Morente, se ofreció un anticipo en forma de miscelánea cuyo único denominador común fue el carácter popular y el respeto con que unos se trataron con otros, en y fuera del escenario. Y es que en principio poco tenían que ver el grupo de baile (y canto) La Garita de Dalías con sus mejores trajes y coplas, con el trapero Tader; como a priori éste con los troveros José El Sevilla y Paco Peret, o todos ellos con la asturiana Lorena Álvarez (en la foto). Pero puesto todo en el escenario la coherencia de la tradición fue el substrato común a los cantos de romances y moras cautivas de los almerienses, las diatribas rimadas de los troveros, o el amoroso mano a mano entre el rapero y el abuelo Sevilla.

Y mucho hay de tradición en la canción de la simpatiquísima Lorena, que actuó acompañada del cantante de Alonso Díaz (Napoleón Solo) en el clarinete. La cantautora bebe de la tradición popular a borbotones, algunas de sus letrillas podrían tener siglos, y le añade un incalificable punto personal de fragilidad y frescura; sus canciones no siempre son muy optimistas pero siempre dejan un poso positivo de luz al fondo; tienen ese punto de ternura casi infantil que llena de candor su estancia bajo los focos, sea cantando o... mismamente recogiendo las letras voladas por el suelo, entre ellas las de 'La jardinera' de Violeta Parra o 'Tener de todo un poco' de Gloria Fuertes.

Recordábamos en su entrevista a una la bisoña Melanie Safka saliendo ante medio millón de personas en Woodstoook para calmar a las fieras tras la brutal actuación de The Who, pero no solo no se la comieron sino que terminaron lamiendo su mano; Lorena podría hacer lo mismo: "canta rápidamente, que te lo estamos pidiendo la gente" le dijo El Sevilla, rogando en rima un último bis. Pues eso, comiendo en su mano.