JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 23/04/2012

Es el sueño de todo viajero recorrer desde Río Grande a Ushuaia la Panamericana, esa arteria que mueve la vida por todo el continente americano, la genuina "Ruta 66" para los hispanoparlantes. Jairo Zavala (DEPEDRO con Lucas Álvarez de Toledo y Andrés Litwin) resume el espíritu de ese viaje (y viceversa: sería una magnifica BSO para hacerlo), y con una naturalidad que rebosa autenticidad. En pocos productos de fusión-crossover todo encaja tan bien sin que se noten las puntadas. Depedro es excepcional en este punto. Y en otros también, a juzgar por su atractivo para el público femenino que colmaba las cuatro quintas partes del lleno completo del señor Zavala en el Planta Baja de Granada, en un concierto de esos que hace imprescindible el averiado proyector de la sala para poder ver algo de lo que ocurre en el escenario.

Devorador de emociones populares, no tiene problemas de visa para cruzar fronteras sonoras, y su regusto por la hispanidad de espalda mojada conforma un proyecto absolutamente original, orgánico, vivo y vibrante como piel de tambor. En Depedro, Zavala da salida a su vertiente de tradición hispana en formato café band, situándose a igual distancia de Chavela Vargas que de Rubén Blades, Silvio Rodríguez, Melingo o Víctor Jara, por ejemplo, y animado por el mismo espíritu pan-latino de Juan Perro o Ry Cooder, dos referencias más concretas para lo suyo. Música "del patio trasero" con creíble sensibilidad y una temperatura confortable.

Con un cálido sonido acústico que desprendía cercanía y confianza, Jairo y los suyos volvieron, supongo que por última vez, ya que se les queda chico al Planta Baja, con un planteamiento de club y de sonoridad nocturnamente fronteriza, de cuerda y cuero con un naïf sazonado electrónico, un formato perfecto para unas canciones juguetonas que se mueven por todos los estilos (son, vals, cumbia...), con gracejo y mucho -pero mucho- saber estar escénico.

A modo de auto-telonero, el tocatodo Lucas Álvarez (Lucas a secas cuando grabó 'Piscinas vacías') abrió una noche en la que sonaron canciones que como 'La memoria', 'Como el viento' o 'Qué pudo hacer por ti' (con una sorprendente cita ¡coltraniana!) están llamadas a ser estándares de la música popular de todos los tiempos: en el MP3 no desentonan al lado de 'Gracias a la vida', 'Ojalá' o 'Te recuerdo Amanda'; compruébenlo. Depedro son palabras mayores.