VÍCTOR LÓPEZ  |  Madrid, 01/04/2012

El pasado 13 de marzo salía al mercado el tercer disco en solitario de SHUARMA. Bajo el nombre de 'Grietas', el músico barcelonés ha presentado un álbum que va a suponer un giro definitivo en su carrera. Aprovechando la presentación acústica que Shuarma iba a realizar de su trabajo, en el ya habitual Forum de Fnac Callao Madrid, quedamos con el músico para que nos hablase de 'Grietas' y de su esencia. Después de regalarnos cinco temas acústicos, entre los que estaban el single presentación, 'Llueven piedras', el tema que da título a su álbum, 'Grietas', o 'Lo que queramos creernos', y de firmar y fotografiarse con todos los presentes que así lo desearon, nos quedamos a solas con el músico y con la persona. En un ambiente más relajado ya pudimos profundizar en las grietas de Shuarma.

- ¿Qué se ha roto en Shuarma y en el mundo que le rodea para que su nuevo disco se titule 'Grietas'?

- Nada. Yo creo que al contrario, fíjate. De alguna manera 'Grietas' habla, tanto el título como el disco en sí, del paso del tiempo y de entender un poco los accidentes que va dejando el paso del tiempo, como en una pared una grieta, no como algo negativo, siempre es como... "hay una grieta, hay que taparla". Es bonito el paso del tiempo, es el tiempo el que nos da sabiduría, experiencia, puntos de vista. ¡¡Claro que el tiempo pasa y te agrieta!! Es normal. Tú puedes o intentar tapar esas grietas o sentirte orgulloso también de tus grietas. Entonces este disco habla un poco de esto, de aceptar el paso del tiempo y aceptar nuestras pequeñas cosas, esos accidentes. Está en nuestras manos verlo como algo bonito o verlo como algo que hay que intentar tapar a toda costa.

- Después de escuchar atentamente el álbum al completo, ¿este es un disco construido desde la decepción y el desencanto?

- Algo hay. Evidentemente el disco está escrito en un momento difícil y también en un momento personal especial. Lo que he querido ha sido mostrar cómo siento de alguna manera. Siempre lo he hecho en todos mis discos, este no es especial a ese nivel. Yo siempre he sido muy honesto, y he querido mostrar todo, pero sí que es cierto que hay veces que estás más acertado en cómo mostrarte. No sé si os ha pasado, pero hay veces que tienes una charla con alguien y dices "uff, qué desacertado estoy hoy, no me sale lo que quiero decir". En este disco siento que he estado acertado en cómo he traducido mi forma de sentir en canciones. Me siento orgulloso de este disco. Creo que hay un cambio de etapa y de periodo en mí, sin querer desacreditar mis discos anteriores, porque además son los que me han llevado hasta aquí, y son súper importantes. Pero... Hay algo en este disco. O al menos, yo lo siento así.

- ¿Podemos pensar que has perdido la esperanza por encontrar "esa ráfaga de luz" de tu trabajo anterior o por el contrario este disco es aun más combativo?

- No, para nada. La "ráfaga de luz" es lo que me ha llevado a hacer este disco. Porque es un disco en el que he descubierto muchas cosas. A nivel de grabación, por ejemplo, es un disco donde hay errores, pero son errores que suman y eso es importante. A veces uno intenta hacer un disco perfecto y lo perfecto no es humano. A mí lo que me interesa no es hacer un disco perfecto, higiénico, sino un disco que transmita y que llegue a la emoción de la gente. Entonces, los errores, los accidentes, están bien y creo que he encontrado una forma de hacer nueva en la música. Entro en otro momento de mi carrera. Creo que es un momento más acertado y creo que esa ráfaga de luz no es solo estar contento, a veces es hacia dentro, es una manera de profundizar en una serie de cosas para encontrar lo que nos gusta hacer; en mi caso es música.

- Con tu disco anterior dibujaste una línea más eléctrica y directa. 'Grietas' parece confirmar un alejamiento de tu versión más acústica. ¿Qué ha motivado ese cambio?

- Es un disco con una actitud fuerte; no sé si de enfado, pero sí de no querer sonreír ante todo lo que está ocurriendo. Creo que es muy duro todo lo que está pasando y creo que es un momento importante para posicionarse, para crearse una opinión, para lanzarla y además hacer que te escuchen; ¡exigir que escuchen! Por eso creo que es un disco con una actitud fuerte. Entonces necesitaba electricidad, mala leche, fuerza y he ido a buscar el lado del rock un poco más de puñetazo, de no asumir la distorsión. Viene de otro sitio, más de las entrañas.

- Ahora que presentas tu tercer disco y en una carrera ya como la tuya, ¿tienes alguna inquietud que aún no hayas plasmado en una canción?

- ¡Todas! Porque llevo tiempo haciendo discos y música, y cuanto más tiempo llevo, menos sé. Al empezar tienes una actitud, por lo menos yo, y conozco a mucha gente que también, muy de "yo lo sé todo, yo controlo". Supongo que es necesaria para tirar adelante, una actitud casi adolescente de "yo, yo... yo lo sé todo", y no sabes nada en realidad, pero tienes esa actitud. Con unos cuantos discos a mis espaldas pienso: qué difícil es hacer un disco, qué difícil es dar un concierto, qué difícil es todo el mundo de la música. Me queda todo por aprender, no tengo ni puta idea de nada, además es todo un constante movimiento, un cambio tremendo, me queda todo por hacer. Sobre todo porque mañana empieza una nueva vida, el último disco ya lo he hecho y entonces mañana empieza otro. Me quedará todo por hacer, muchas canciones por escribir, espero que las mejores de mi carrera.

- 'Universo', 'El poder de lo frágil' y ahora 'Grietas'. ¿Tus trabajos han viajado de aspectos más generales a situaciones más individuales?

- No; 'Universo' era un disco que en realidad trataba un poco del macro y del micro universo. Lo grabé y escribí estando en una isla (Formentera) con todo lo que es una isla. Aislado, pero a la vez rodeado por el cielo, la grandeza del mar, increíble... Era muy fácil contar cómo es el infinito, el cielo, el mar.... Pero a la vez era mi primer disco en solitario, por eso era un trabajo hacia dentro muy importante. Esa palabra, universo, definía muy bien el universo exterior que estaba viviendo y a la vez el universo interior de enfrentarme a las cosas en soledad, ya no en grupo... y eso lo he sentido en todos mis discos; éste no es un disco distinto en ese nivel. Yo siempre he intentado bucear en mi estado de ánimo y cómo me siento yo, para escribir, no soy de esos músicos que sabe escribir sobre "estoy tomándome una caña en un bar...", me encantaría saberlo hacer, explicar historias de otros. Hay gente que lo hace de la ostia. Yo no sé hacer eso, no soy tan buen músico, entonces hablo sobre lo que a mí me afecta en profundidad; siempre he hecho discos muy hacia dentro.

- Has hecho pública una extensa gira. ¿Como van a ser los directos de presentación?

- Van a ser muy enérgicos, porque, como decía, es un disco con mucha actitud, crudo, duro, rotundo de alguna manera. Somos sólo cuatro músicos encima del escenario, no quiero llevar ni teclista, porque a veces el teclado endulza un poco todo y no me apetece, quiero mucha crudeza. Yo solté mi guitarra acústica, he cogido la eléctrica y es un directo fuerte, donde puedo poner muy de manifiesto la actitud del disco, y como la actitud es fuerte, son directos muy fuertes. La banda que me acompaña es una maravilla, a nivel personal, tengo una conexión muy buena con ellos, y a nivel musical son muy buenos, y creo que haremos buenos conciertos.

- ¿Tienes alguna superstición o rito antes de sacar un disco o de subirte al escenario?

- Estar solo un rato, siempre. Me gusta la soledad y antes de salir a tocar me gusta estar a solas un rato, pero solamente un rato... (risas) porque cada vez me pongo más nervioso. Cada vez valoro más el subirme al escenario, que te venga a ver la gente, que con la crisis se gasten dinero para venir a verte, te dediquen su tiempo, compren el disco o hagan cola para se lo firmes. Son cosas que cada día valoro más, no es que antes no las valorara, es solo que ahora las valoro más y me pongo más nervioso. Entonces, para mí, mi manera de bajar es estar solo. Si tengo a gente ahí hablándome, es como "déjame!! que estoy muy nervioso".

- Susu hace coros en dos temas del disco. ¿Podremos volver a verla encima del escenario contigo como en el concierto de sala El Sol?

- No lo sé. Son cosas que surgen. Son cosas que salen de la espontaneidad. Si es el momento saldrá, si no, no. No me preocupa. Pero creo que es un momento de pocas colaboraciones. Al igual que en otros momentos he invitado a mucha gente a tocar conmigo, porque tengo la suerte de tener muchos amigos a los que admiro mucho como Amaral, como Susu... como un montón de gente. Siempre he tenido un diálogo con ellos y hemos hecho muchas cosas, pero este no es un disco para eso. Este es un disco para una sola voz, la mía en este caso, y una opinión. Igual de aquí a tres meses estoy diciendo lo contrario... (Risas)

- Sueles participar en causas solidarias, tienes una parte mística que impregna tu música. ¿Es difícil mantener ese camino en estos tiempos duros que nos azotan?

- No, he adquirido una posición en la vida. De hecho pienso que ahora es más fácil porque ahora nos damos cuenta de muchas cosas que llevan tiempo pasando en otros sitios. Cuando de repente tienes familias cercanas, yo conozco algunas, que tienen problemas muy importantes económicos, te das cuenta de que esto lleva mucho tiempo pasando en otros sitios. Es cierto que no necesitas irte muy lejos para ayudar a nadie, no es necesario irte a África, porque aquí hay gente que necesita ayuda. Yo todo lo que hago en esa dirección, cada vez más, prefiero mantenerlo en un plano más privado, porque hay cosas que se malinterpretan siempre y tampoco hace falta. Pero yo creo que en los momentos difíciles es cuando más empatía tienes con las personas; entonces, ahora me parece muy fácil que con la dificultad que todos estamos pasando, sintamos más empatía con India, con África; hay tantos sitios...