VICKY PEINADO  |  Madrid, 21/09/2011

'TRANSIT' es la primera producción teatral del proyecto ETC, del espacio de investigación teatral de Cuarta Pared, desarrollado en el marco del laboratorio 'Más allá de las palabras'. El argentino Marcelo Díaz dirige este espectáculo, uno de los más memorables y singulares de la temporada pasada, que vuelve este mes a ponerse sobre las tablas. Siete actores (todos extranjeros) y nueve idiomas distintos conviven y relatan el periplo del emigrante. El inicio siempre entusiasta, colmado de promesas y también de temores del que parte en busca de un futuro mejor. El desenlace casi siempre frustrante de una aventura, el incumplimiento de la expectativa, el dolor de la ausencia, el desarraigo, la soledad, la pérdida, la esperanza, la lucha.

'Transit' pone rostro, nombre y nacionalidad a esa masa llamada inmigración, que los gobiernos entienden como problema y los medios de comunicación como suceso.

Este proyecto valiente nace en el espacio de investigación creado por la Cuarta Pared con la intención de llevar a cabo propuestas contemporáneas que no estén marcadas por la urgencia de las producciones al uso y sin la presión que suele deducirse de las mismas.

Los actores suben al escenario con sus nombres propios y hablan su lengua materna, entre ellos la comunicación es posible, entre ellos y el público el milagro comunicativo tiene lugar. El espectador excusa rápidamente el no entender exactamente lo que dicen los actores, para sumergirse en una comprensión que va más allá de las palabras, que se revelan totalmente prescindibles cuando existe de verdad una necesidad de expresarse que transciende el formulismo y la convención. Lo esencial no entiende de patrias, los sentimientos y las emociones despojadas de artificio, adquieren una dimensión de universalidad dando como resultado una reflexión profunda y exenta de proselitismo, que invita a empatizar y a mirar la realidad que nos circunda y que obviamos sistemáticamente.

Una puesta en escena sencilla y funcional, que aprovecha el evocador espacio de ladrillo visto de la Sala Cuarta Pared y un tren de juguete que atraviesa la escena y la paraliza a su paso, cristalizando los sueños que se dejaron lejos, en sus casas, junto a sus familias, los que un día se marcharon, empujados por la precariedad.

Al trabajo de investigación llevado a cabo por parte del equipo artístico le da coherencia y unidad Mariano Llorente (dramaturgo) que compone este mosaico, integrado por lenguajes y códigos variados con el fin de lanzar una pregunta necesaria al patio de butacas: la de si somos capaces de ver más allá de una maleta, una patera, un visado o una cifra. Si realmente somos conscientes de que son personas y vidas lo que hay detrás de la estadística.